En un curso sobre Energía llamado Dualidad, dictado por el maestro Jeffrey Allen, escuché la siguiente metáfora que me pareció fantástica para explicar lo que nos ocurre a muchos cuando pedimos algo al Universo (consciencia Universal o Dios si prefieres llamarlo así).
Ésta metáfora ejemplifica por un lado nuestra impaciencia, queriendo controlar cuándo y cómo pretendemos que sucedan las cosas y por otro lado nuestra falta de confianza (o falta de fé) en que aquello que soñamos sea posible.
Imagínate que vas a un restaurante y ordenas el plato más exquisito de la carta, es un plato elaborado y con ingredientes exóticos que vienes soñando con probar hace rato. Llamas al mesero, haces tu pedido y empiezas a esperar… a los 10 minutos preguntas al mesero por tu plato, él amablemente te explica que el chef lo está preparando, pero pasan 20 minutos más y nada que aparece. Tu vuelves a preguntar al mesero y te dicen que sigue en cocina, hay muchos clientes en el restaurante y por eso tardará un poco. Tú en vez de relajarte y conversar con las demás personas de la mesa mientras llega tu pedido, piensas que tal vez pediste algo muy complicado y se te ocurre cambiar tu orden porque tienes hambre y no estás dispuesto a esperar mucho más. Además, algunas personas cercanas a tu mesa ya han recibido lo suyo.
Llamas al mesero nuevamente y le dices: “sabes qué? Mejor cambio de plato… dile al chef que quiero una pizza napolitana” …El mesero se va con tu pedido de pizza a la cocina, tu exquisito y elaborado plato estaba casi por finalizar, pero como cambiaste la orden, ese plato se le sirvió a otra persona y el Chef solicitó preparar la pizza napolitana que tu pediste. Pero claro… como es un restaurante muy famoso y solicitado, tu orden de pizza entró en la cola de pedidos… así que después de 10 minutos, tu vuelves a llamar al mesero, algo enojado y decepcionado por la tardanza, y le dices que mejor solo te traiga un jugo de mora.
Terminas degradando tu pedido por impaciencia! así como en la vida, te conformas con metas pequeñas porque crees imposible lograr lo que realmente quieres…. O porque has trabajado en ello y no ves resultados en los tiempos que tú esperas. No te das cuenta de que el ansia y el apego que tienes por esa meta, solo está emitiendo una señal de desespero, ansiedad y carencia…cuando el Chef de la creación solo entrega los pedidos cuando realmente estás listo para comerlos, no antes.
Hay otro tipo de personas que son muy enfocadas al logro, y trabajan arduamente por conseguir lo que quieren, lo cual está perfecto. Sin embargo, quieren controlar absolutamente cada detalle, creen que, si ellos no intervienen, las cosas no se van a dar como las idealizan en su cabeza. Así pues, van al restaurante y piden el plato más maravilloso que ven en la carta, después de 5 minutos preguntan al mesero: Señor, disculpe, ¿cuánto va a tardar más o menos? ¿Será que el chef lo puede hacer sin nada de picante? ahh y con poquita sal…espere! y ¿será que le puede decir también que le cambie el queso ricotta por mozzarella? … sabe qué? Mejor voy yo mismo y le doy las indicaciones de cómo lo quiero, es que quiero ser muy exacto con mi orden.
Ésta persona se para de la mesa y se mete a la cocina a darle indicaciones al chef sobre su plato, sus ansias por controlar son tan fuertes, que incluso aparta al cocinero para mezclar él mismo los ingredientes y hacer alteraciones adicionales al pedido. Al final, el plato no queda ni parecido a lo que hubiera podido ser, si hubiera confiado en la maestría del chef.
Cuando tenemos una meta, dar una señal clara al Universo es importante y esa señal no está solo en pedir mentalmente, la señal la creamos con los pensamientos, acciones y emociones que sentimos cada segundo. Debemos vibrar a la frecuencia de eso que deseamos ser, asumir los hábitos y actitudes que tiene esa persona que logra esa meta, Como si fuera real AHORA…mientras eso se materializa es muy importante soltar, confiar, desapegarse del resultado y estar abierto a lo desconocido, porque el Universo es tan perfecto, tan sabio, que te puede estar entregando algo mucho mejor de lo que tú esperabas, de hecho, te va a entregar justo lo que tú necesitas.
Autora: Monica Albarracin
Life Coach y Fundadora de Antakarana
Mónica, me encantó.
He empezado a recorrer este camino, me he puesto obstáculos cerrados por mí, que el trabajo, que el tiempo, que la salud; he comprado libros seguido personas buscando información, avanzado sólo un poquitín en el conocimiento, pero entiendo que si la inquietud y curiosidad siguen ahí, es porque estoy buscando al punto avanzar.
Llegué a ti, porque sigo a Juanita y ella habla de ti con mucho cariño y aceptación.
Estoy pasando por un proceso de CAMBIO TOTAL en mi vida, a los 57 y me encantaría poder conversar contigo, porque sabes, sos una de esas guías que el Universo, piso en mi camino para mostrar la luz….
Que lindo que te gustó 🙂 estoy disponible para ti como lo hablamos en la llamada de exploración, es un honor poder ser tu guía en ese proceso de transformación que buscas. Un abrazo
Muchas gracias Mónica.
Admiro mucho como de una metáfora surge esta interpretación tan clara y sutil.
En la vida todos somos pasajeros, comensales, espectadores, de esa gran obra que esta en construcción. Pero el anhelo de un resultado inmediato nos crea una realidad efímera.
Tiempo al tiempo, es un dicho común. Pero quien es capaz de ser paciente en el tiempo? Cómo aprendemos a ser pacientes? Si nos damos la oportunidad de entender cada suceso, aquello que está destinado ser para nosotros lo será. En la medida que el creador de esta gran obra llamada vida nos haga su primera entrega.