Es una palabra con más de 100.000 años de antigüedad, conocida originalmente como Antahkarana o Antarkarana. Su etimología hace referencia al Corazón (En idioma sánscrito Antarkarana es ‘órgano interno’, siendo antár: ‘interno’, y karaṇa: ‘causa’)
En Teosofía, Antakarana representa el puente entre el Ser inferior y el Ser superior, el punto de unión entre el mundo espiritual y el mundo material, un puente que solo se abre en el momento que logramos un equilibrio en nuestros componentes físico, Mental y espiritual. Al lograr ese equilibro alcanzamos paz interior, avanzamos de manera más acelerada en nuestro despertar espiritual, logramos una sabiduría profunda y mayor discernimiento, lo cual nos lleva a una vida más plena y con propósito. Por esta razón escogimos esta palabra como el nombre de nuestra organización, y utilizamos su forma más sencilla de pronunciación y escritura en español dado nuestro enfoque hacia Latinoamérica.
¿Cómo lograr un equilibro en los distintos componentes de nuestro ser para acelerar nuestro crecimiento o despertar espiritual?
Bueno, la vida de cada uno de nosotros nos presenta experiencias a través de las cuales vamos creciendo, algunas experiencias son dolorosas y crecemos/aprendemos gracias a ese sufrimiento, otras son experiencias de revelación o de aprendizaje sin sufrimiento, por supuesto quisiéramos crecer más a partir de ellas, y es posible, si ponemos más empeño en el desarrollo de nuestro ser. Hay múltiples prácticas para lograrlo, el objetivo de nuestra organización es fomentar estas prácticas y conectar a grandes maestros o especialistas en estos temas con la mayor cantidad posible de personas en Latinoamérica, aportando así al despertar de consciencia de la humanidad, desde nuestro continente.
Hay algo maravilloso sobre las prácticas de crecimiento o desarrollo personal, y es que si bien algunas tienen un foco hacia alguno de nuestros componentes específicos (Físico, Mental, espiritual) la verdad es que terminan sirviendo para todos de alguna u otra manera, como lo muestra el siguiente esquema:
A medida que vamos equilibrando y desarrollando nuestro cuerpo, mente y espíritu, eventualmente llega ANTAKARANA (Antahkarana o Antarkarana) que es el momento en que estamos tan conectados con nuestro Ser, con lo que realmente somos, que se abre esta puerta energética y mucha información se vuelve accesible, nuestra intuición se afina a niveles impresionantes y nuestro desarrollo espiritual se acelera.
Es como si hubiéramos ya avanzado en la pirámide de Abraham Maslow y estuviéramos en la cúspide donde el ser humano puede encontrar un nivel de Trascendencia.
Una vez tiene satisfechas sus necesidades básicas fisiológicas de seguridad, de afiliación y reconocimiento ( que tienen que ver mucho con la parte física, mental y emocional) llega el momento de un desarrollo superior, donde hay más introspección, donde prestamos más atención a eso que le da sentido y propósito a nuestra vida, lo que realmente nos mueve el corazón, en este punto la idea es utilizar toda esa magia que tenemos dentro para contribuir al mundo, para transformar, para generar impacto positivo en el planeta y la comunidad que nos rodea.
Autora: Mónica Albarracín
Life Coach y Fundadora de Antakarana
