Niyamas: principios individuales con uno mismo.

Yoga

Seguramente hayas oído decir que el yoga es mucho más que asanas. Y realmente, cuando profundizas en la filosofía del yoga entras en contacto con conocimientos que nos conectan con dimensiones profundas de nuestro ser. Una de las bases del conocimiento del yoga son los Yogasutras de Patanjali, en los que justamente se esboza un tipo de mapa, práctico y profundo, para conectar con nuestro ser, y en últimas ser libres. No deja de sorprenderme cómo a pesar de ser un texto escrito hace 5.000 años es tan vigente y práctico, es un conocimiento atemporal y universal.

Hay mucho por explorar y profundizar en esos 195 sutras escritos por Patanjali sobre la mente humana. Por ejemplo, las ocho ramas del yoga, o ashtanga yoga. En un artículo anterior estuvimos hablando sobre los Yamas, o principios morales. En esta ocasión nos aproximaremos a otra de las ocho ramas del yoga: los Niyamas.

Los Niyamas, son principios o prácticas individuales hacia uno mismo, a diferencia de los yamas que son principios universales hacia afuera, hacia los demás. Patanjali menciona cinco Niyamas, o prácticas que un yogui debe seguir:

  1. Saucha –se refiere a la limpieza interna y externa. Mantener nuestro cuerpo limpio, cuidar nuestro templo por dentro y por fuera. Para esto los yoguis incluyen dentro de sus prácticas técnicas de limpieza y purificación, o Kriyas, que permiten una limpieza profunda de diferentes partes del cuerpo. Estas limpiezas tienen un impacto positivo no sólo en mantener el cuerpo sano, sino que también en todas las dimensiones de nuestro ser. Al limpiar el cuerpo, el prana (la energía vital sutil) fluye correctamente por todos los nadis o puntos energéticos del cuerpo, y esto nos mantiene con la energía alta y saludables.

Al tener la disciplina de practicar saucha la mente se vuelve sattvica, el intelecto se purifica y puedes tener una mejor conexión con el propio ser.

  1. Santosha – satisfacción o contentamiento. Se refiere a practicar el hábito de ser feliz. Este principio nos permite desligar nuestra felicidad de los eventos, personas o cosas externas y reconocer en nosotros mismos la capacidad de ser feliz venga lo que venga.  Ser feliz es una práctica interna; no hay nada que pueda darte felicidad.
  1. Tapas – Resistencia y aceptación. Es atravesar algunas resistencias para un bien mayor. Existen tres tipos de tapas: del cuerpo, del habla y de la mente. Los tapas corporales están relacionados con los sentidos, por ejemplo evitar comer algo cuando no tienes hambre o no te va a hacer bien, o evitar ver televisión cuando hay algo mejor para hacer. En este caso, la práctica nos permite ir más allá de saciar nuestros sentidos, y reconocer una dimensión de nuestra existencia que va más allá de ellos. Por su parte, los tapas de palabras están relacionados con evitar decir ciertas palabras o evitar conversaciones nocivas. Es procurar que nuestras palabras creen calma en la mente de las personas, y evitar las que no. Se dice que a medida que vas profundizando en el camino de yoga, tus palabras tienen más poder, crean realidad, y por tanto hay que ser cuidadoso con lo que dices. Por último, los tapas de la mente, significa mantener una mente serena, amable.

Practicar tapas trae a tu vida fortaleza, te purifica y te conecta con una dimensión más profunda de tu ser. 

  1. Svadhyaya  es autoconocimiento. Este principio viene justo después de tapas, porque no se hace tapas por hacer tapas solamente, porque de ser así simplemente estaríamos alimentando nuestro ego. En el camino del yogui es fundamental la autoobservación y la práctica del autoconocimiento. Permitir adentrarnos en las múltiples capas de nuestra existencia, reconocerlas y explorarlas. Ir más allá de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestros sentimientos. Conectar con el ser. El autoconocimiento te permite eliminar impurezas mentales y emocionales, trascender los miedos e inseguridades, para ser libre de ellas.
  1. Ishwaraha pranidhanat. El amor divino. Todo lo anterior florece cuando surge el amor, la devoción y la entrega a lo divino. Reconocer la inmensidad de la fuerza divina que ha creado todo lo que podemos percibir en nuestro entorno y en nosotros mismos, entregarle todo a esa divinidad, y a la vez reconocerla en nosotros mismos. Es ahí cuando surge la unión, y el samadhi se hace posible.

Como ves, los Niyamas se tratan de principios que cada individuo en su camino de búsqueda puede conocer, explorar y adoptar en sus prácticas.  Estos principios, o especie de tips, nos permiten conocer nuestra verdadera esencia, conectar con nuestro ser,  ser libres, y sin sufrimiento. Todo esto cobra sentido cuando podemos experimentarlo, cuando se vuelve parte de nuestra práctica, con disciplina y liviandad a la vez. Permitiéndonos ir cada vez más profundo a nuestro propio ritmo, respetando nuestros tiempos. Una y otra vez, volver al ser, más allá de nuestro entorno, de nuestro cuerpo, de nuestros pensamientos y de nuestras emociones.

Autora: Laura Nieto
Antropóloga, profesora de Yoga y fundadora de @delacarparoja

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